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Tuesday, December 15, 2009

"Boomerang Australiano"

La Agencia es una organización cuya existencia depende fundamentalmente del uso del polígrafo. No importa cuantos estudios hayan demostrado la inefictividad de este método a la hora de determinar si alguien está o no mintiendo. No importa que se haya insistido hasta el cansancio, incluso en las más altas esferas de la inteligencia norteamericana, de que es una tecnología poco confiable. La Agencia la sigue considerando determinante a la hora de establecer culpables.

Recursos Humanos lo emplea en el screening de nuevos aplicantes, Asuntos Internos lo aplica en los actuales empleados. Operaciones se moriría si le pidiesen que dejase de usarlo en las sesiones de interrogatorio a las que someten a los enemigos combatientes detenidos en Guantánamo.

Hoy hubo una sesión de polígrafo en la oficina. Quién la ordenaba: mi jefe. El motivo: cinco mil dólares desaparecidos cuyo gasto no había sido justificado. Habría sido más fácil agarrar una servilleta para hacerme un recibo chimbo dirán ustedes pero la prisa y la premura no dan tiempo para esas cosas.

Que algo así pasaría lo intuía mucho antes de mi regreso. El lunes por la mañana mi sospecha se confirmó cuando capté la cara de sorprendido que puso en el momento que me vió llegando a mi estación de trabajo. Su consternación era tan evidente que lo delataba. Eran unos ojos pelados que gritaban. “Está vivo!” a los que respondí con un cartel que rezaba: “Si. Ya llegué guebonsón. Estoy listo para la próxima misión que asignes. El bagazo que tú no quieres hacer por tu falta de cojones”.

Los poligrafistas llegaron e hicieron su trabajo. Me sentaron, me conectaron mil cables. Las preguntas se remontaban a mi niñez, mi adolescencia, donde viví, donde crecí. Los estudios de topografía. El postgrado en GIS. El tiempo que serví en la Legión Extranjera. Zambia. Burundi. La baja honorable. La oferta de empleo en la Agencia. La feria de trabajo. Inclusive cuando llegaron a preguntas más puntuales de hechos mas recientes mi pulso se mantuvo estable. Pasé el examen with flying colors. No encontraron nada.

El jefe, que habían tenido que sacarlo a patadas del cuarto porque había seguido insistiendo con “Pregúntenle por los cinco mil dólares”, volvió a entrar a escena. Pero esta vez los poligrafistas le ordenaron que me dejara tranquilo. “Este hombre está limpio. Deje de hablar tanta gueb0nada”. Así mismo. El pobre no había terminado de procesar lo que le habían dicho cuando ya lo tomaban por el brazo para sentarlo en la silla. “¿Qué están haciendo?” Les espetó con su habitual arrogancia. “Este es una prueba ordenada desde arriba. Todos los empleados del Directorado deben someterse a ella”.

No sé es qué turbios negocios se habrá metido mi jefe pero no pasó el examen. Ha sido suspendido de forma indefinida y enviado a casa para cumplir misión piyama. No me extraña nada de esto. Su especialidad siempre ha sido lanzar boomerangs en amplias parábolas elípticas que se regresan y le aterrizan en la cara, así que tarde o temprano algo así tenía que pasar.

Una amiga norteamericana que sirvió en una misión conmigo me dijo una vez: “No te preocupes por los patanes que no hacen su trabajo. Esto es lo Estados Unidos. Aquí a la gente la botan.” Cuanta razón tenía. Me hubiera gustado haber podido invitarla a la celebración que dimos esta noche en la terraza de mi casa.

Monday, December 14, 2009

"Behind shut door" (III)

"Me dijeron que despertaste al embajador."

"Si lo desperté. Me disfracé de Santa Claus. Entré por la chimenea."

"¿Que le dijiste?"

"Le mostré el salvoconducto y le pedí: 'Fírmame esto, Jo Jo Jo...'"

"Tambien me dijeron que se apareció en piyamas a las doce de la noche. ¿Por qué lo involucraste?"

"Necesitaba que me revisara unos papeles."

"No creo que lo que hiciste era lo mas conveniente..."

"Mire, lo desperté a él no a usted. No entiendo por que se molesta. El embajador se cagó de la risa cuando le conté lo que habia ocurrido, cómo lo habiamos hecho. Si fuimos nosotros le dije. El embajador nos dió todo el apoyo con la satisfaccion de alguien que sabe que esta siendo parte de algo grande."

"¿Sabes qué? Te voy a mandar a Mozambique."

"¿Para qué? Si es de alli de donde acabo de llegar precisamente."

"No fue un castigo. Se te asignó esta mision porque creiamos que estabas en capacidad de hacerlo."

"Y lo hice."

"Si, pero actuaste a tu manera."

"Vamos a ver si piensa lo mismo cuando hable con Paneta"

"Behind shut door" (II)

"Ten siempre como regla general evitar situaciones laborales donde te sea asignado un jefe que nunca haya hecho tu trabajo."

"Behind shut door" (I)

“Hay cinco mil dólares sin acuse de recibo”

“Los usé para comprar una moto”

“Ajá, y donde está?”

“La respuesta depende de lo que usted se refiera. Si está preguntando por el dinero me imagino que en algun burdel de la Avenida Libertador. Si se refiere a la moto, no lo sé con precisión. Quizá la encuentre convertida en piezas en alguna chivera de Ocumare”

“Ocuima qué? Ocui—que es eso?”

“Si supiera geografía no me lo estaría preguntando”

“¿Y qué es lo otro? ¿Que me dices que te fuiste a un burdel?”

“No. No yo. El motorizado al que le compré la moto. Una Vespa, sabe? Avispa en italiano. Es el motorizado que a estas alturas ya se debe haber gastado toda la plata tomando y puteando. Quería saber el paradero del dinero, allí lo tiene. Fue una emergencia. El carro se accidentó y…”

Como siempre, volvió a interrumpirme. Por qué sera que los patanes no respetan las opiniones ajenas.

“Mira aquí es lo único que está claro es que no se siguió el protocolo. Y además, las planillas, te faltó poner un guión, no imprimiste las tres copias. Sigues haciendo todo a tu manera.”

“¿Y que relevancia puede tener eso ahora? ¿Cuál es la diferencia? Los resultados siguen siendo los mismos. ¿No le parece?”

“Se te dió un grupo de tarea. No lo usaste como es debido.”

“Un grupo de tarea mixto. Wilcox era del FBI no de la Agencia.”

“Eso no importa, debiste haber coordinado con el. Lo dejaste solo en Control atendiendo el teléfono.”

“Usted obviamente no leyó el informe. Wilcox no es un hombre es una mujer. Si había alguna razón para no usarla era precisamente esa. No podía llevarmela conmigo a hacer el levantamiento operativo, su presencia nos habría hecho demasiado visibles.”

Un párrafo de tres líneas y un cuarto que bastó para cerrarle, al menos temporalmente, su jeta de burócrata acomplejado.

"Essential worker"

Que vaina. Me ausento por tres semanas para encontrame a mi regreso un reguero en el área de la imprenta. Trazas de tinta regadas por todas partes y un plotter imprimiendo en blanco porque nadie fue capaz de cambiar correctamente el cartucho de ploteo. Eso sin contar la media mañana que invertí reinstalando el GRASS en las cinco estaciones mas las cajas adicional de rollos de cuarenta y ocho que nadie supo cómo ordenar para las imágenes de mapeo.

Que manga de inútiles hay en mi departamento. Ahora entiendo por qué los venezolanos somos tan valorados en el mundo. Nuestra fama de hombres orquesta no tiene paralelo.

Sunday, December 13, 2009

"Tomorrow will be another day"

Terminé de redactar el reporte. No tengo idea de cual vaya a ser la reaccion de mi jefe cuando se lo presente en el trabajo mañana por la mañana. Si encuentra algo que no le convenga no tendrá problema en puntualizarlo. Si, por el contrario, le parece que ejecuté una operación digna de los mejores Agentes de Campo no me lo dirá directamente ni me felicitará por ello. Se lo guardará con su habitual recelo y tratará de minimizarlo. Pero no me importa, me lo paso por el forro. Por mí que se guarde sus palmadas. De ese patán ni el saludo. No pido ni le deseo los buenos días porque ni eso me lo estoy esperando.

Esperaré con paciencia estoica ver que pasa mañana, porque esta noche no puedo hacer nada más. Estoy agotado. No tengo fuerzas para nada, sólo para aplicar la máxima del Zen Budista:

"El momento que me toca: hoy.

Mi sitio: este.

No me preocupo por el presente. Mañana será otro día"

"Musical Synchronicity"

Lugar: Estacionamiento del Aeropuerto de LaGuardia

Hora: 3:45 am

Hacía media hora me había despedido de las autoridades de relevo, nuevos encargados de la custodia del pobre infeliz de Cedeño.

Salí del terminal de pasajeros. En el estacionamiento busqué el carro y lo encontré. Abrí el carro y lo encontré intacto. Pasé el switch y se encendió el carro. Respiré con alivio. Estaba de vuelta a la normalidad.

Encendí la radio y experimenté un momento de creepiness.

Llámese casualidad, sincronicidad musical o azar, el hecho me dejó bastante perturbado. Si existiera un soundtrack que se adaptase al episodio que acababa de cerrarse, ciertamente sería la canción que sonaba justo en aquel momento.












Stanton Moore — Wissions (Of Vu)