La casa estaba vacía. Hacía quince minutos que se habían ido. Si había una oportunidad para entrar tendría que concretarse ahora.
Bajé, entré, revisé, seleccioné. No ví armamento ni municiones. En su lugar mucho material audiovisual y escrito. Cajas, libros. Sobre una pesada mesa de caoba, bosquejos, manifestos. Seguí indagando. Me sorprendió el nivel del material que esta gente había guardado: más planos, más manuales, una videocasetera con videos de entrenamiento...
El material me parecía importante, demasiado como para dejarlo sin resguardo.
Luego de unos minutos dí con lo que buscaba.
Le dí gracias a Dios, lo metí en mi mochila y me dispuse a salir, emocionado con el hallazgo y fué entonces, precisamente entonces, cuando al girar para levantarme sentí sobre mi oreja la fría presión de una Smith & Wesson que me paralizó por completo.
"¿Quien eres?"
Giré para ver al dueño de las cuerdas vocales que rompieron el silencio. Era el hombre del turbante. Famélico, enfermo, el rostro enjuto, desgastado. El mismo que había pelado en el encuentro de la montaña cuando todavía existía el grupo y la idea de la antena era un plan viable.
"Eso no importa, Mohamed."
"¿Cómo sabes mi nombre?"
Ví el tambor del revolver. Conté dos balas. A este chivúo le quedarían a lo mucho para dos o tres tiros. Esta gente estaba en las últimas me dije. Me dispuse a darle cuerda a ver si podria ganar mas tiempo.
"Cometiste demasiados errores. Impensables para un lugarteniente de Al Qaeda. Osama no volverá a confiar en ti."
"No trabajo para Bin Laden."
"Es cierto. No trabajas para él, no directamente. Mehsud está muerto."
"Veo que estas muy bien informado."
"Lo estoy. Y creo que te haría bien conocer cuales fueron tus errores para no volver a cometerlos. Numero uno: atacaste el campamento a lo bruto, sin pensar. No mediste ni contaste. Habia un quinto soldado que había salido a mear cuando volaste la tienda."
"A veces me dejo llevar por las emociones. Sigue."
"Dos: entraste a lo que quedó de recinto y dejaste tus huellas por todas partes."
"Nada que no haya oído antes. ¿Algo mas?"
"Sí. Hay un contingente de marines en camino con la orden expresa de volarte la cabeza."
"Falso. Completamente falso. Si quisieran atacar ya lo habrían hecho con los misiles de largo alcance. No creo que quieran arriesgar sus vidas. Nosotros en cambio somos diferentes. Nos inmolamos porque a diferencia de ustedes infieles nosotros sí creemos en lo que predicamos."
Sabía que tarde o temprano apretaría el gatillo, extender más la conversación, no habría modo ni manera. Mohamed hizo una pausa. Esperé lo peor.
"Dame tu nombre y rango" dijo mientras tosía, "después decidiré que es lo que haré contigo."
Iba a decirle que las infusiones de limón, miel y té de equinácea se usan en mi tierra para combatir el catarro pero no me dió tiempo, ni yo de contestarle ni él de concretar su amenaza porque apenas emitió el último álito de su tos una gran explosión sacudió los cimientos de la casa, pulverizando en pedazos la pared de concreto, eyectando con furia un millón de esquirlas de concreto que fueron a pararle a lo largo de toda su espalda.
Algunas esquirlas tambien me alcanzaron, a pesar de haber reaccionado a tiempo, cubriendo mi cara con los brazos mientras caía sobre mi costado al suelo.
Desde el piso abrí los ojos y ví como la misma onda expansiva que lo había impulsado por el aire le había hecho aterrizar sobre la mesa volcada donde hasta hacía unos segundos reposaban los planos y manuales de Al Qaeda.
Miré hacia arriba. Una bola bola de fuego rasante había encendido el techo.
En medio del reguero, las manchas de sangre, el fuerte olor a quemado y la polvareda me acerqué para revisar su pulso. Yacía en el piso con su pecho aplastado por la mesa. No tenía signos de vida. La explosión se lo llevó al instante.
Tomé mi mochila y me fuí gateando hasta lo que quedaba de travesaño de la puerta, tocándome la frente y dándome cuenta de que yo tambien estaba sangrando. Afuera ví los árboles en fuego y, como a unos quinientos metros de la casa, un inmenso cráter. Partí cojeando tan rápido como mi fuerzas me lo permitieron buscando por salida el mismo sendero por donde había llegado.
Thursday, February 11, 2010
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Hi Cittadino I hope all the team be OK. Take care... Stay safe
ReplyDeleteHi Samurai, dear reader,
ReplyDeleteThere is so much going on I can hardly keep up with the blog. I really appreciate your contribution,thanks for following! Just as someone once said: "No somos todos los que estamos ni estamos todos los que somos..."