Un ríada de alegría se desborda en el salón de baile aupado por este dúo musical extremadamante talentoso. La dama del acordeón es muy buena moza, simpática. Por su parte, el caballero bonachón con cara de bebé que le acompaña no puede ocultar su tremenda pinta de tomador de caña; tan distintiva que no la brinca un venao.
Wednesday, July 7, 2010
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