Para triangular era necesario montar otra antena. El punto mas idóneo para instalarla era la colina aledaña, que se escogió por ser una cumbre que se encuentra casi a la misma altura del campamento. Habíamos mapeado la zona múltiples veces y por eso la creíamos segura; los drones nunca indicaron ninguna otra presencia que no fuera fauna silvestre.
Salimos en las primeras horas de la mañana conformando un pequeño grupo que integrábamos cuatro agentes: Arkansas, Blackwater, el Profesor y mi persona con nuestros respectivos uniformes de campaña, resguardados por chalecos antibalas, rifles de asalto en mano. Nuestro plan era relativamente sencillo: bajar al valle, cruzar el riachuelo, remontar la colina, hacer las mediciones de plano, bajar nuevamente, regresar….
Bajamos hacia la falda de la montaña, un terreno escarpado lleno de rocas y arbustos desde el que se podía divisar enteramente el valle y el riachuelo que lo atravesaba. Hacía frío, aunque ya comenzaba a calentar un poco el sol. La brisa que daba en la cara era seca y helada. Seguimos bajando, siguiendo el sendero de Blackwater con Arkansas a mi lado y el Profesor un poco más atrás. Y entonces fue, casi a la mitad del camino, cuando casi ganábamos el valle, que ocurrió lo inesperado.
Dos talibanes salieron del otro lado del riachuelo, detrás de los arbustos. Llevaban puesta la característica ropa harapienta que visten esos bichos, los trapos sucios, rasgados. Esta vez eran dos: uno joven y barbudo, el otro un poco mayor. El mayor llevaba un turbante blanco en la cabeza. Ambos cargaban los extremos de una larga estaca a cada lado sobre sus hombros, del que guindaba una cabra persa amarrada por las patas. La pobre presa se bamboleaba muerta. Por la sangre fresca supe que no habría hecho mucho desde que la cazaron. Lo lamenté por la pobre cabra y también por las pobres bestias, estábamos a punto de arruinarles el almuerzo.
A medida que empezábamos a prepararnos para el combate lo único que me vino a la mente fue pensar en el mariquerón que se iba a armar cuando esos chivúos nos vieran.
Entonces varias cosas pasaron en una rápida sucesión de acontecimientos.
Nos colocamos en posiciones estratégicas, preparando los rifles sin perder de vista el objetivo —la altura del barranco nos ofrecía un nivel superior del que había que tomar ventaja aunque ello no duraría mucho tiempo.
Dirigí mi mirada hacia Blackwater: su pulgar ya sostenía el rifle automático, con el dedo en el gatillo y los talibanes en la mira, la culata de su rifle apoyada contra su hombro, listo y presto para el enganche.
Inmediatamente, dirigí mi mirada hacia el riachuelo. Los chivúos, que acababan de vernos, soltaban la estaca y dejaban caer la presa al suelo.
Transcurrió la mitad de un segundo, un espasmo de tiempo se desplegó por la adrenalina que se bombea en un mes, un año, una vida entera, un instante que quedaría marcado en la mente de los que sobreviviríamos a este encuentro.
El más joven peló por su pistola, su disparo alcanzó a Arkansas en el pecho. Mientras el joven marine caía de espaldas tras la roca, Blackwater y yo abrimos fuego. Los primeros disparos de Blackwater alcanzaron la estaca y las pezuñas de la cabra que yacía en el suelo. Su segunda sucesión de disparos alcanzó al talibán que había disparado. El hombre alzó la mano y cayó junto con su pistola al suelo.
El olor a munición quemada comenzaba a hacerse mas intenso. Tuve un segundo para reflexionar que había apuntado a la cabeza del talibán del turbante y lo había pelado. Atrás estaba el Profesor que disparó una sucesión de tiros pero que no pudo continuar: su carabina M4 se había encasquillado.
El hombre del turbante comenzó a correr tan rápido como pudo, lejos del riachuelo. Disparé unos cuantos tiros y Blackwater una docena. Pero los árboles de la colina se lo tragaron y, tras un pestañeo, el hombre desapareció por completo.
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Shit Man AK OK?...
ReplyDeleteSome aim that rag had with a pistol!... or just dumb luck
i was wondering why you hadnt post anything...
Stay Safe Good luck
hope AK OK!
Hi Pablo. Thank you very much for following.
ReplyDeleteThere is so much going on right now it's hard for me to blog on real time but trust me I am trying...
Ah! And regarding AK, he is OK thanks to the protection of saint Kevlar.
Again thanks for reading, my dear reader. Thanks.